
El Fenómeno Baader-Meinhof, también conocido como la "ilusión de frecuencia", se basa en cómo nuestro cerebro procesa la información de manera selectiva. Este fenómeno implica un sesgo cognitivo donde la información recién encontrada comienza a parecer omnipresente.
En términos simples: descubres algo nuevo (un hecho, una trama de película, una palabra extranjera, etc.) y poco después, empiezas a notar esta información en todas partes. Por lo tanto, parece que esta información es ampliamente utilizada por otros. Para algunos, el fenómeno es aún más simple: la nueva información parece perseguirlos a todas partes.
El efecto de la ilusión de frecuencia destaca cuán selectiva es nuestra atención y percepción. Excluyendo ciertas noticias y sensaciones que se discuten realmente en todas partes (las cuales no caen bajo este fenómeno),la tasa de uso promedio de información específica permanece constante, la conociéramos o no. Sin embargo, no parece ser así. ¿Por qué?
La explicación más lógica y clara para este fenómeno es que el cerebro se esfuerza por entender qué información es realmente necesaria para nosotros y cuál puede ser ignorada. De esta manera, nuestro cerebro simplemente conserva recursos. Cada día aprendemos algo nuevo, pero no es necesario recordar todo inmediatamente. Nuestro cerebro debe descubrir qué piezas de este vasto flujo de información serán necesarias en el futuro.
En este contexto, la lógica es: si encontramos cierta información más frecuentemente que otras, es probablemente más importante que lo que escuchamos solo una vez. La repetición frecuente de ciertos hechos nuevos sugiere que serán útiles en el futuro, por lo que no deberíamos descartarlos inmediatamente de la memoria.
Nuestro subconsciente está constantemente buscando patrones específicos, coincidencias. Cuando se identifican, nos aferramos a ellos, diciéndonos a nosotros mismos: esto es importante y será necesario en el futuro. La esencia del fenómeno es que nuestro cerebro aumenta el valor de cierta información y nos incita a prestarle atención nuevamente.
El Fenómeno Baader-Meinhof recibió su nombre a mediados de los 90 cuando un periódico estadounidense publicó una historia de un lector. El artículo discutía una coincidencia peculiar: el amigo del autor había oído hablar de una organización terrorista alemana previamente desconocida, liderada por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, dos veces en un día desde diferentes fuentes.
Tras este artículo, la publicación se inundó de cartas de lectores describiendo experiencias similares. En consecuencia, el nombre “Fenómeno Baader-Meinhof” se adoptó y utilizó ampliamente.
El término "ilusión de frecuencia" para describir la misma distorsión cognitiva apareció 11 años después gracias al profesor Arnold Zwicky de la Universidad de Stanford. Ambos términos se utilizan ahora de manera intercambiable y sinónima.
El Fenómeno Baader-Meinhof es bastante común en nuestras vidas. Aquí hay un ejemplo simple: decides comprar un modelo específico de coche. Poco después, parece que ves ese modelo casi en todas partes, dando la impresión de que todos conducen ese coche.
Otro ejemplo: una mujer quiere comprar un nuevo bolso, y comienza a notarlo en todas partes: en la calle, en las tiendas, en las revistas. Parece como si ese bolso literalmente la siguiera.
Más ejemplos: tu amigo recientemente discutió contigo un dilema preocupante, y más tarde esa misma noche, notas el problema mencionado en una película que estás viendo, un libro o un artículo de revista. O lees un libro y luego empiezas a notar a otros sosteniéndolo, tus conocidos mencionándolo, y te encuentras con videos relacionados en YouTube.
La peculiaridad de esta ilusión es que la abundancia de menciones y el interés aumentado en información específica en la sociedad no se alinea realmente con la realidad. En pocas palabras, esta situación solo es percibida por alguien bajo la influencia del fenómeno. Sin embargo, vale la pena señalar que una persona podría efectivamente aprender sobre cierta información, hecho o noticia en su pico de popularidad o al comienzo de un aumento de interés.
Según el profesor Zwicky, este fenómeno es posible debido a dos características de nuestra conciencia:
La percepción selectiva implica que el cerebro filtra automáticamente lo que parece poco interesante o irrelevante mientras nos enfocamos en algo específico. Por ejemplo, en el fútbol, puede parecer que el árbitro está penalizando constantemente a tu equipo. La ilusión de frecuencia lleva a los aficionados del equipo contrario a sentir lo mismo, pero sobre sus favoritos.
Debido a la percepción selectiva, también "a menudo" vemos la misma hora en el reloj y nos encontramos con números específicos.
La tendencia a confirmar nuestro punto de vista, o "sesgo de confirmación", nos permite interpretar los eventos de una manera que nos conviene. Por ejemplo, una persona con una opinión fuerte sobre un tema notará más evidencia que respalde su visión en la televisión, la prensa y en línea, ya que subconscientemente pasa por alto la información que presenta puntos de vista alternativos.
La ilusión de frecuencia ocurre en varios campos. A menudo es utilizada por anunciantes y mercadólogos para aumentar la probabilidad de que compres un producto específico. Por ejemplo, si los clientes potenciales escuchan sobre una promoción o un producto nuevo de diferentes fuentes en un corto período, creerán que casi todos están hablando de ello, generando así un interés aumentado.
Este efecto ayuda a llamar la atención sobre un producto. Por ejemplo, una empresa puede promocionar una marca (producto, promoción, etc.) a través de varios métodos:
Como resultado, los clientes potenciales piensan subconscientemente en el producto o promoción, lo que fomenta las compras.
En medicina, el efecto se manifiesta cuando un médico que recientemente ha aprendido sobre o encontrado una enfermedad específica es probable que prescriba pruebas y procedimientos adicionales para diagnosticar esa enfermedad en particular. Al mismo tiempo, existe el riesgo de buscar deliberadamente confirmar su diagnóstico, pasando por alto diagnósticos alternativos, lo cual representa un riesgo para el paciente.
En estas áreas, el fenómeno se utiliza a menudo en el concepto de pensamiento positivo para ayudar a las personas a superar problemas psicológicos. Una persona se enfoca en los aspectos positivos de su vida, haciendo intencionalmente que el cerebro preste atención a lo que trae satisfacción y paz. La ilusión de frecuencia permite el apoyo de tales patrones de comportamiento y pensamiento positivos.