QUINTO TIPO DE ENEAGRAMA – OBSERVADOR

Características Clave del Investigador

Los observadores no son considerados típicamente como demasiado sociables, ya que generalmente no comparten activamente sus puntos de vista en entornos sociales y prefieren mantener una cierta distancia. Sin embargo, en conversaciones privadas, estas personas pueden ser bastante reveladoras.

Las personas del quinto eneagrama son conocidas como el "sabelotodo" porque un observador es una persona completa, que disfruta acumulando nueva información del mundo que le rodea.

Los observadores están constantemente recolectando conocimientos de diversas fuentes, y esta curiosidad a menudo se manifiesta desde la infancia: prefieren los libros educativos y las enciclopedias a los cuentos de hadas. En la adultez, su conocimiento se extiende más allá de sus intereses profesionales, abarcando diversos aspectos de la vida.

A veces, debido a su vasta erudición, las personas a su alrededor pueden sentirse algo intimidadas, no sabiendo ni una fracción de lo que el observador sabe. De esta manera, los observadores muestran sus fortalezas, lo que les da confianza que de otra manera podrían carecer en la vida cotidiana.

Carrera

Los observadores desarrollan planes a largo plazo, teniendo en cuenta todos los posibles obstáculos que puedan encontrar en el camino. Los individuos del quinto tipo analizan la información en detalle, considerando cuidadosamente cada paso y sus posibles consecuencias. Como resultado, un observador puede desconcertarse por eventos no planificados, incluso si son situaciones positivas.

En un ambiente de trabajo, los observadores suelen preferir trabajar en proyectos de manera independiente en un espacio de oficina privado.

Preferencias y Miedos

Los individuos del quinto tipo tienen gustos simples en la comida y no siguen las tendencias de la moda. No están demasiado preocupados por el estado general de su espacio de vida e invierten sólo en elementos que consideran necesarios, como libros y recursos de internet para fines de aprendizaje.

Las personas de este tipo a menudo desean permanecer en un lugar aislado y apartado, lejos de la sociedad, y sólo una persona con genuino interés puede cambiar esta situación. Los observadores temen ser incomprendidos o incompetentes en cualquier asunto, y por lo tanto prefieren mantener su distancia y evitar llamar la atención sobre sí mismos.

Para los observadores, la opción más segura es adherirse estrictamente a un plan preestablecido. Se sienten confiados y relajados sólo cuando discuten temas de los que tienen conocimiento y cuando nadie invade de manera intrusiva su espacio personal.

Los mayores miedos del quinto tipo involucran incompetencia y la destrucción de sus planes. En tales casos, un observador puede convertirse temporalmente en el alma de la fiesta, divirtiéndose y riendo como todos los demás, pero este estado les resultará inusual e incómodo. Les costará concentrarse en asuntos verdaderamente importantes, lo que puede conducir a un pánico interno y potencialmente resultar en insomnio.