
En la búsqueda de la efectividad personal, a menudo sacrificamos nuestra salud mental. Una lista de tareas pendientes garantiza estrés, un estado de ánimo arruinado y ataques de autocrítica. Sin embargo, la eficiencia es crucial para el éxito hoy en día. ¿Cómo podemos ser productivos mientras permanecemos en armonía con nosotros mismos? Aquí hay algunas sugerencias.

Por trivial que parezca, llevar registros de tareas en papel puede ayudar a reducir la ansiedad y garantizar que no olvides nada.
La matriz de Eisenhower consta de cuatro cuadrantes, basados en dos ejes: el eje de importancia (vertical) y el eje de urgencia (horizontal). Como resultado, cada cuadrante tiene sus propias cualidades distintivas. Todas las tareas y asuntos se registran en cada cuadrante, lo que crea una imagen clara y objetiva de lo que se debe hacer primero, segundo y lo que no se debe hacer en absoluto. Este concepto es bastante simple, pero algunas explicaciones aún podrían ser útiles.

Un día tiene 24 horas y una semana tiene 7 días. No podemos manejar el tiempo, pero podemos manejar nuestra energía y decidir en qué gastarla. Un sistema de planificación efectivo puede ayudar con esto, dividiendo las tareas según los criterios de importancia y urgencia.
Comienza el día con tareas importantes y urgentes. Luego, concéntrate en asuntos importantes pero no urgentes. Como regla, puedes delegar algunas tareas e ignorar completamente el resto.

Es crucial recordar recargar energías para futuras victorias. Aunque seamos productivos en la mañana, la concentración se debilita con el tiempo, la atención se dispersa y se necesita tiempo para restaurar la energía.
Sin embargo, cuando tomamos descansos del trabajo, podemos sentirnos culpables, lo cual es poco probable que ayude a restaurar la fuerza. Por lo tanto, haz del descanso una parte legítima de tu horario, permítete un breve descanso e inclúyelo en tu lista de tareas. De esta manera, repondrás las reservas de energía sin experimentar remordimientos porque fue un descanso planificado y no se extendió durante todo el día.

A veces caemos en la trampa de la "lista de tareas" cuando tachar tareas en una agenda se convierte en un objetivo en sí mismo. Pregúntate: "Si no hago esto ahora mismo, ¿qué sucederá?" Quizás vale la pena eliminar este elemento o volver a él más tarde.

Si una tarea se puede completar en dos minutos, hazla de inmediato. Tomará mucho más tiempo y esfuerzo escribirla en un planificador y revisarla más tarde.

Cada persona tiene su propio pico de tiempo de productividad. Analiza tu efectividad a lo largo del día e intenta organizar tu horario para que las tareas más importantes y responsables ocurran durante este tiempo.

Desactiva todas, o casi todas, las notificaciones: SMS promocionales, listas de correo, mensajes de amigos en Facebook, WhatsApp y Skype. Cada notificación a la que prestas atención no solo roba valiosos segundos de tiempo, sino que también interrumpe tu estado de "flujo". Esto puede llevar al estrés sin que siquiera te des cuenta.
Cuando necesitas máxima concentración, lo mejor es utilizar el modo No Molestar. Confía en mí, no te perderás de nada y podrás volver a los mensajes tan pronto como termines la tarea actual.

Crea un ritual matutino para ti. Una taza de café delicioso sin prisa, yoga, lectura o tu música favorita: cualquier pequeña cosa puede hacer que tu mañana sea un poco más feliz y proporcionarte un impulso de energía para todo el día.

Existen diferentes opiniones con respecto a la priorización de tareas. Algunos expertos sugieren comenzar con una o dos tareas simples para entrar en modo de trabajo. Sin embargo, vale la pena intentar un enfoque diferente. Si tienes una tarea difícil o desagradable, hazla primero. Esto no solo te permite abordar las tareas difíciles con una mente fresca y energía, sino que también proporciona un excelente estado de ánimo por el trabajo realizado para el resto del día.

Tu cuerpo es el "hardware" para tu cerebro, y nunca alcanzarás tu máximo potencial a menos que cuides de tu cuerpo. Se ha demostrado que el ejercicio mejora las habilidades mentales, mientras que la falta de sueño de calidad puede empeorarlas.
Siempre recuerda: eres una persona, no un robot. Es esencial mantener la armonía contigo mismo porque lograr metas, no importa cuán significativas sean, es difícil sin paz mental.
Planifica y ten en cuenta que tu salud mental es tu máxima prioridad.