
La autoestima es el sentido de valor propio de un individuo, una sensación de seguridad y competencia. En otras palabras, es cuánto se aprueba y se gusta a sí mismo alguien independientemente de lo que digan los demás, de sus fracasos, etc. También significa creer que uno merece ser amado.
Durante mucho tiempo, la gente solo podía encontrar la palabra autoestima en libros de autoayuda para individuos en busca de un mayor bienestar. Pero la autoestima (y su falta) ha existido durante tanto tiempo como los humanos, y solo en los últimos años la sociedad ha reconocido finalmente su importancia. Se ha convertido en un tema candente, y ahora es un fenómeno ampliamente discutido en los medios de comunicación.
La autoestima saludable es una visión equilibrada de uno mismo que influye muy positivamente en las relaciones personales de una persona, la motivación en su carrera y la satisfacción general con la vida. Las personas con una autoestima saludable son conscientes de sus debilidades y fortalezas y aceptan ambas. Las expectativas que se fijan para sí mismas y para los demás son realistas. Por el contrario, una persona con baja autoestima probablemente tolerará relaciones abusivas, se sentirá a menudo desmotivada, temerosa al fracaso y deprimida. Este individuo constantemente duda de sí mismo y valora las opiniones e intereses de los demás más que los suyos. Incluso tienen problemas para aceptar cumplidos porque nunca se sienten suficientemente buenos.
¿Qué ocurre con las personas con una autoestima excesivamente alta? Al igual que la falta de confianza en uno mismo, está lejos de ser saludable. Las personas que se aman demasiado a menudo son arrogantes, manipuladoras e incapaces de aprender de sus fracasos. Pasan por alto sus defectos mientras siempre critican a los demás. Su sentido de derecho propio es repelente. En muchos casos, una autoestima excesivamente alta raya en el narcisismo.
Aquí algunos signos que revelan que la autoestima de un individuo es demasiado alta:
Los padres que desean potenciar la autoestima de sus hijos pueden elogiarlos excesivamente. Lo mismo ocurre con los adultos: nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo a veces nos llenan de cumplidos y admiración para levantarnos el ánimo cuando nos sentimos decaídos.
Sin embargo, en algunos casos esto puede tener el efecto contrario, llevando a demasiada autoconfianza.
Y mientras que la alta autoestima es lo que la mayoría de la gente busca, tener demasiada confianza en uno mismo es casi tan malo como si tu autoestima fuera baja. Múltiples estudios sobre la autoestima han demostrado que demasiada autoconfianza puede llevar a consecuencias negativas en la vida profesional, personal y social de un individuo. Las personas excesivamente seguras de sí mismas tienden a sobreestimar sus habilidades, atributos y habilidades; alienan a los amigos al parecer arrogantes y creerse mejores que los demás; son incapaces de aceptar críticas, incluso si son constructivas. Algunos individuos con demasiada confianza en sí mismos se involucran en comportamientos arriesgados que pueden dañar su salud.
Las personas que, en sus primeros años, experimentaron la desaprobación de personas importantes en sus vidas -miembros de la familia, hermanos, profesores-, pueden desarrollar una baja autoestima. La personalidad también puede jugar un papel en esto. Lamentablemente, algunos individuos simplemente están más inclinados que otros a tener una visión negativa de sí mismos y un pensamiento negativo en general.
Ten en cuenta que incluso las personas con una autoestima saludable tienen momentos en los que carecen de confianza y no se sienten bien consigo mismas. Sin embargo, las personas saludables son capaces de ignorar los mensajes negativos sobre sí mismas que algunas personas intentan enviarles, y vuelven a su nivel normal de autoestima bastante rápido.
Desafortunadamente, no es el caso de individuos cuya baja autoestima es un problema a largo plazo que proviene de su pasado. Ten en cuenta que a largo plazo, la baja autoestima puede tener un efecto perjudicial en la vida cotidiana de una persona e incluso en su salud mental.
Si notas que tú o alguien que conoces muestra la mayoría de los comportamientos descritos a continuación, lo más probable es que tenga una baja autoestima:
Si quieres mejorar tu autoestima, el primer paso es identificar las creencias negativas fundamentales que tienes sobre ti mismo. Si a menudo participas en la autocrítica negativa, por ejemplo, te dices a ti mismo que eres "demasiado tonto" para solicitar un trabajo con mejor salario, o que "a nadie le importa un comino" sobre ti.
El siguiente paso es tomar conciencia, observar, etiquetar estos pensamientos negativos y anotarlos.
Pregúntate cuándo estos pensamientos comenzaron a llegar a tu mente. Además, ¿son realmente tus pensamientos? ¿O tus padres / hermanos / maestros inculcaron estas creencias negativas sobre ti?
También, intenta encontrar respuestas a preguntas importantes como: ¿es este pensamiento útil? ¿Te beneficia de alguna manera? Si no es así, es hora de desafiar estos pensamientos negativos no deseados. Deberías explorar alternativas que sean más positivas, realistas y útiles.
No vayas de un extremo a otro sustituyendo pensamientos malos por pensamientos excesivamente positivos. Tus pensamientos deben ser realistas, solo en este caso, te serán útiles. Al principio no será fácil cambiar a un pensamiento positivo. Sin embargo, si lo practicas constantemente, con el tiempo, comenzarás a pensar de manera más equilibrada y racional. Anotar cosas positivas sobre ti mismo, por ejemplo, "Soy un buen cocinero", "Soy honesto", "Soy confiable", etc., puede ser muy útil para mejorar tu autoestima. Recuerda tus fortalezas cuando te sientas decaído.
Además, recuerda no esforzarte demasiado por la perfección. Saber que ya estás haciendo lo mejor que puedes para construir tu autoestima saludable y convertirte en una mejor versión de ti mismo cada día. Este pensamiento en sí mismo también es un gran impulso para la autoconfianza.
Es fácil reconocer a una persona que no tiene problemas con su autoestima. Puedes estar seguro de que alguien tiene la dosis justa de autoconfianza si muestra la mayoría o todos los siguientes rasgos / comportamientos:
Si no estás seguro de qué nivel de autoestima tienes y quieres determinarlo, te sugerimos que tomes la Escala de Autoestima de Rosenberg. Esta prueba fue desarrollada en 1965 por el psicólogo social y sociólogo estadounidense Dr. Morris Rosenberg. Es una medida ampliamente utilizada de autoestima en la investigación psicológica. Esta prueba confiable te ayudará a evaluar tu autoconfianza y comenzar a trabajar en mejorarla, si es necesario.